Los otros de Alejandro Amenábar. (The others, 2001)

Una mujer sola en su mansión con sus dos hijos pequeños que sufren de una enfermedad llamada fotofobia. Tres personas que llegan buscando trabajo como sirvientes conocerán hasta que punto esta mujer quiere controlar todo lo que ocurre en esa casa. Todo debe pasar por ella, ninguna habitación debe abrirse antes de que se cierre la precedente y por supuesto las cortinas deben estar siempre echadas para que la luz no mate a sus hijos. Mientras tanto todos esperan el retorno de una padre que se marchó mucho tiempo atrás hacia una guerra en la que ellos no tenían nada que ver. Pero unos ruidos extraños empiezan a amenazar a la familia. Voces, lámparas que se mueven, cortinas que desaparecen, un secreto que los sirvientes esconden y que amenaza la paz de la mansión. Una de las mejores obras de Amenábar, la primera en el extranjero, una emocionante interpretación de Nicole Kidman, una ambientación tenebrosa e inquietante que ofrecen, perfectamente combinados, una película de suspense apta para todas las edades.

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Silvia

El emperador y el asesino de Chen Kaige. ( 荆轲刺秦王, 1998)

La historia de la unificación de China. El emperador de la dinastía Qin Ying Sheng ha decidido unificar los siete reinos a pesar de las reticencias de los otros emperadores. Hombre cruel y sin sentimientos, agresivo combatiente que desea que su sueño se haga realidad antes de su muerte, sin piedad si quiera con los miembros de su familia envía a su amada la dama Zhao a provocar en el adversario el deseo de venganza. Debe tratar de conseguir que el emperador de Yan mande a un asesino a palacio. La dama Zhao, pronto descubrirá que su amado Ying es un asesino despiadado que no respeta sus promesas. Mientras tanto se nos contará la historia del asesino, que demuestra poseer más sentimientos, sobre todo remordimientos, por sus actos pasados y que no desea volver a mancharse las manos de sangre. Gong li en su mejor momento y en las manos de Chen Kaige explota cómo la verdadera actriz que es antes de caer más tarde en papeles menores. El retrato de los actores es fiel a la realidad. El emperador, a pesar de ser una película china, es presentado como un ser horrible sin caer en retóricas falsas de héroes desdichados y consagrados a su destino.

Silvia