Yu debe pagar por haberse escapado de su
destino en el nordeste de China. La Revolución no perdona y los intelectuales
chinos como Yu deben marcharse al campo para reeducarse. Su hija lo ha delatado
a cambio de un sueño y la policía lo arresta rápidamente mientras su mujer que
le traía algo de comer se golpea fuertemente en la cabeza al intentar ayudar a
su marido. Tres años después, la Revolución Cultural finaliza y Yu es
rehabilitado. Por desgracia su mujer está enferma y ya no lo reconoce, sigue
esperando que el vuelva a casa. A pesar de los esfuerzos de todos, los
dirigentes del partido, su hija, sus vecinos, Wanyu sigue sin reconocer a su
marido que se ha instalado en un local enfrente de su casa. Cada día se hace
pasar por una persona distinta intentando que su mujer razone pero ella impertérrita
se niega a reconocerlo. Sólo su hija lo reconoce como padre a pesar de que sus
errores de juventud marcarían su vida para siempre. Una historia sobre la
Revolución cultural que marcó tantas vidas y sembró tanto sufrimiento en la
sociedad china y que todavía sufre sus consecuencias.
Silvia
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