Cuenta la leyenda que 47 valerosos samuráis
fueron despojados de sus privilegios y de su honor. Su nueva condición de Ronín
no les impedía ya vengarse del hombre que causó el deshonor de su señor y la caída
de su casa. Estos 47 hombres abandonaron su prejuicios tradicionales y pidieron
ayuda a un mestizo que poseía un secreto. En el Japón feudal todavía existían
monstruos y brujas muy poderosos y sólo hombres valerosos podían enfrentarse a
ellos. Oishi al frente de este grupo de hombres abandonó todo para luchar por lo
que era justo. Oishi arriesgó la vida de su familia para restaurar el honor de su
señor superando pruebas que ningún mortal conseguiría pasar sin confianza, sin
aliados y sin el temple que caracteriza a un buen samurai. Retomando la leyenda
japonesa de los 47 Ronín su director ha decidido incorporar una figura conocida
e innecesaria a esta obra quizás buscando un público más occidental y orientado
su objetivo a recaudar una buena suma en la taquilla. Una película que no desilusiona
pero que quizás habría podido perfectamente prescindir de elementos superfluos
y centrarse más en la historia y menos en complacer a la distribuidora.
Silvia
No hay comentarios:
Publicar un comentario