La parte de los ángeles es esa parte del licor que desaparece, que se
evapora. Eso es lo que ha aprendido Robbie gracias a su nuevo mentor, un gran
hombre que ha decidido confiar en los chicos que le ha asignado la oficina de
trabajos sociales. Estos chicos han sido condenados debido a su pasado delictivo
a trabajar para la sociedad pero Henri, su educador los ha llevado en su día
libre a una cata de whisky. Estos jóvenes, desechos de la sociedad, vienen de
una condición precaria pero sabrán disfrutar al máximo de las nuevas experiencias.
Robbie y su novia que acaban de tener un hijo deben enfrentarse a la familia de
ella que no están de acuerdo con esta relación. Pero este chico, despierto y decidido comprenderá en la
sesión de cata que tiene una buena nariz que podrá quizás conducirlo a a la
gloria o a la perdición pero nada se pierde por intentar hacerse con uno de los
whiskies más caros y únicos en el mundo. Una película muy inglesa como todos
los temas que trata Ken Loach. Con un estilo natural y verdadero atrapará uno
de los aspectos de la sociedad inglesa tan importantes y dolorosos como la
delincuencia juvenil para darle un giro y mostrarnos que todo el mundo es igual
y que todos se merecen un oportunidad en la vida.
Silvia
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