Cuando la jornada se ha acabado ya cada uno
vuelve a casa tras un largo día de trabajo, es en ese momento en el que el Chef
abre su restaurante. Un pequeño local con algunas sillas alrededor de la barra
con una clientela fija, y aunque cueste creerlo, no son pocos sus clientes. En
este lugar, a medianoche la gente que viene a saborear los platos que el chef
cocina se entrecruzan y comparten sus vidas, sus experiencias, sus
pensamientos. Todos ellos tienen algo que contar y el chef los deja hablar, sin
entrometerse, bueno, un poco si que se entromete pero siempre para ayudar en lo
posible. Una urna con cenizas abandonada en su local inicia la historia. Nadie sabe
a quién pertenece y mucho se especulará al respecto. Un muchacha hambrienta se
arrepiente de haberse ido sin pagar y no sólo pagará s deuda sino que encontrará
también un buen amigo y consejero. Un hombre que ha perdido todo tras los
tsunamis en busca de una voluntaria de la que se ha enamorado descubrirá como
poder salir adelante dejando de lado sus obsesiones y encontrándose a sí mismo.
Un pequeño local dónde se come bien y dónde cada uno encuentra lo que busca.
Silvia
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