Qué
vida tan dura tienen los malos de los videojuegos. Rompe Ralph ha probado con todo
incluso con la terapia pero no es capaz de superar el hecho de que siempre es él
el malo de la película, bueno, del videojuego en este caso. Nadie lo invita a
fiestas, nadie le ofrece un trozo de tarta y por eso decide probar suerte en
otros videojuegos, a ver si así consigue una medalla que le haga cambiar de imagen
ante los demás. En primer videojuego en el que decide participar tendrá que
matar unos bichos un poco asquerosos y estará a las órdenes de una hermosa pero
enfadada comandante. Sin saber muy bien cómo conseguirá la medalla pero acabará
rebotando en otro juego lleno de caramelos y niñas cursis. Al llegar a este
mundo se ha traído un polizonte del otro en el que mataba bichos. En este
juego una molesta niña llamada Vanellope se reirá de él hasta que ambos
encontrarán puntos en común que, como suele suceder muy a menudo, con el tiempo
podrían convertirse en amistad y afecto. Ambos encontrarán en el otro el
complemento necesario para cambiar una vida que no les gusta nada aunque para
ello tenga que pelearse entre sí y todo para que al final descubran que en
realidad no es necesario irse muy lejos para ser querido, como ya sabemos, la
felicidad comienza en nosotros mismos, o eso es lo que se suele decir.
Divertida y entusiasmante película de animación con moraleja incluida para que
no descuidemos esa moral tan atacada y mancillada por nuestra corrupta sociedad
actual.
Silvia
No hay comentarios:
Publicar un comentario