Un proyecto que implica a los prisioneros de una cárcel, condicionará
la vida en la institución de estos hombres que han sido condenados por los más diversos
motivos. Este proyecto se materializa en una obra de teatro, la representación
de la famosa obra de Shakespeare, Julio César. La historia de César absorbida
por la realidad encuentra similitudes con el pasado libre de estos personajes,
la tiranía de uno, el descontento de todos, la traición de la sangre, el honor,
la ambición, el destino cruel
escrito con sangre en un testamento predestinado a ser leído ante un pueblo
descontento y cruel, El cuerpo expuesto del tirano, el dolor de la muchedumbre infiel
que se despierta alabando a su dios caído. Pero un lugar cerrado, hermético
como es el ambiente de una cárcel es el ambiente perfecto para la transformación
de sus miembros en los personajes de la obra. Este cambio será trascendental en
un espacio en el que todos los días son iguales, en los que nunca cambia nada y
en los que la rutina esta a la orden del día. La similitud que encontrará o
creerá encontrar cada uno de los presos con el personaje que le es asignado,
envolverá y afectará a cada uno de estos hombres y que a su vez se concentrarán
y se entregarán en cuerpo y alma para desarrollar el papel, enriqueciéndolo con
su propia cultura. Los momentos de ensayo, no serán solo pruebas generales para
organizar la obra, sino que serán momentos en los que se mezclarán con la vida
real de cada uno de ellos y condicionará las relaciones con los demás presos.
Surgirán emociones, pasiones, y conflictos hasta entonces velados y
enmascarados. Tal será la conversión que este papel provocará en la consciencia
de estos hombres que ya no podrán distinguir la realidad de la ficción, el
personaje de la persona. La narración presentada en blanco y negro que acentúa
el dramatismo y la tragedia enmarcada en la también trágica vida de estos
hombres, que ppor medio de claroscuros acentuará la tensión, los sentimientos
profundos atados a las sombras que esta obra despierta en la carne de estos
hombres, cuya condición es ciertamente la que todo parece indicar, los
verdaderos presos de la cárcel de Rebibbia de Roma.
Silvia
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