Si creíamos saber todo sobre los campos de
concentración alemanes o los gulags soviéticos, si estábamos convencidos de que
ya habíamos visto todo el horror que el hombre en tiempos inciertos había sido
capaz de causar, es indudable que sabemos poco de lo que ocurre en otros países
que todavía viven bajo dictaduras totalitarias y de los que nos llega muy poca
información. El periodista Blaine Harden conseguirá establecer una relación de
amistad y confianza con Shin Dong-hyuk, el único prisionero de un campo de trabajo
en Corea del Norte que ha conseguido escapar vivo y coleando. El trabajo del periodista
no será fácil, las secuelas de una vida que empezó en un campo serán profundas.
Todo indicaba que también debería acabar allí mismo. El prisionero nació y se
crió allí y nunca tuvo intención de escapar porque nada sabía de lo que había más
allá del alambre de espino. Nada sabe de su país ni de los otros, nada sabe de
la gente, de los idiomas, de la diversidad, de las discotecas, de los móviles, porque
nunca ha salido de allí. Nacido de una unión fortuita entre dos prisioneros,
condenado por vida sin saber porqué Shin Dong-hyuk no tiene voluntad hasta que
conoce a otros prisioneros que le hablan de la vida. Un emocionante relato de
un hombre que consiguió sobrevivir y escapar de un destino fijado de antemano.
Espeluznante en sus detalles y profundamente estremecedora por la claridad de
pensamiento que en ella se refleja.
Silvia
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