Tres hombres que se escapan de una tragedia
marítima. Así empieza una sorprendente historia. En casi más de tres horas el
director nos cuenta cómo Inukai convertido en un importante mecenas deberá
enfrentarse a su pasado por culpa de una prostituta que vio su foto en un periódico.
Este hombre deberá reencontrarse cara a cara con Yae, intentando esconder lo
que realmente ocurrió diez años atrás para poder continuar con su vida
apacible. Pero todo sale mal y Inukai tendrá que enfrentarse una vez más con la
policía. Un inspector obsesionado con el caso y despedido por el mismo motivo ayudará
en la nueva investigación. Una declaración confusa, esperanzadora que acaba con
la imagen del fugitivo como hombre que debe enfrentarse a una culpa ajena, victima
de un destino preescrito se ve en la situación de deber explicarse y convencer
a todo un departamento de su sinceridad. Una increíble historia rodada hace algo
más de 60 años. Los años no pasan para las grandes obras y esta es una de esas
en las que el tiempo no hace si no convertirlas en un producto mucho más
interesante y revelador.
Silvia
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