lunes, 26 de mayo de 2014

Execution in autumn de Hsing Lee. ( 秋決, 1972)


La mejor estación para las ejecuciones ejemplares es el otoño y por eso el reo deberá esperar casi un año para que su ejecución tenga lugar. Una largo año le espera por delante, un año de sufrimiento, remordimientos y soledad. A pesar de los esfuerzos de su abuela, la mujer que lo crió para salvarlo todo será en vano. Incluso su proyecto de casarlo para así asegurar la descendencia y la continuidad del linaje fracasará. El reo, furioso contra el mundo echará al traste todos los planes. El de fuga será sólo un momento de imaginación y buena voluntad por parte de su familia, sin ninguna conclusión satisfactoria. Pero durante ese año, durante ese largo periodo, nuestro protagonista tendrá mucho tiempo para la reflexión y la introspección que se presentarán como un recorrido de madurez personal, un camino que recorrerá tras pensar y analizar de forma seria y coherente todos los acontecimientos de su vida disoluta. En un ejercicio de autocrítica comprenderá que el destino es tejido con la voluntad de nuestros actos, nada es casual y nada es predestinado y sobre todo aprenderá a comprender la relevancia de nuestras propias decisiones y la insignificancia que las acciones externas ejercerán sobre su actual situación. Durante la época medieval, las condenas a muerte se ejecutaban sin ninguna conmiseración. La particularidad consiste en el redescubrimiento de una vida cuándo ya su final está sentenciado. 
Silvia.

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