Continúan las reflexiones sobre la vida amorosa
de Chow Mo-wan iniciadas cpn Días salvajes y Deseando amar. Mientras que piensa
en el amor pasado y como olvidarse de él para poder vivir el presente y
prepararse para el futuro Chow Mo-wan escribe un libro de ciencia ficción muy
relacionado con las relaciones amorosas tal y como él mismo. Rodeado por un
ambiente machista y de cascos ligeros Chow Mo-wan non tendrá ningún reparo en
tratar a las mujeres como mejor le parezca, los sentimientos que puede externalizar
son iguales al numero cero, es decir, cualquier relación se limita a lo carnal,
menos una vez, hace ya años que se enamoro de una mujer que no pudo tener sólo
para él. Un recuerdo aún vivo y doloroso que trata de mantener en la oscuridad
de su nuevo mundo. Viviendo en esa atmósfera burguesa y refinada, las mujeres
que conocerá se comportarán con armonía y ritmo al compás de lo que dicta la sociedad
que las ha creado. Movimientos de cámara profundos siguiendo el estilo tan
particular del director, perfeccionando la iluminación que acentúa la atmosfera
decadente y envejecida ya por el uso y disfrute de los ya no tan ricos
burgueses saltando hacia un espacio infinito de un futuro mucho más fácil de
manejar. Un número que une tres momentos de la vida, uno número que significa
todo y que encierra tras su puerta toda una vida recordada y plasmada en unas líneas
vacías. Ultima película de la trilogía y también la más hermosa de ellas.
Silvia
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