viernes, 28 de septiembre de 2012

Mi semana con Marilyn de Simon Curtis. (My week with Marilyn, 2011),



Cuándo un sueño se hace realidad no hay que cerrar los ojos. Y el sueño del joven Colin Clark, hijo de una buena familia, ha sido siempre el de trabajar en el cine aún a costa de hacerlo sin recibir un sueldo. A pesar de ello, nunca habría podido imaginar que su sueño lo llevaría inesperadamente, a trabajar con la aclamada actriz y mujer del escritor Arthur Miller, la brillante Marilyn Monroe. Una mujer angelical sin ninguna relación con los pequeños detalles terrenales como el tiempo, la precisión, las responsabilidades. Una chica tímida y extrovertida al mismo tiempo, que atrapa con su candidez a todo aquel que la mira por primera vez. Una personalidad desequilibrada, insegura con grandes problemas derivados de una infancia y juventud difíciles y violentas, una mujer que ha intentado hacerse a sí misma, pero que se siente perdida en un mundo de adultos demasiado complejo para un espíritu que no consigue desligarse de la grandiosidad de Hollywood pero incapaz de disfrutar de los lujos y de la fama por algo más que escasos minutos. Preocupada constantemente de lo que piensen o digan, traicionada por el pensamiento de un marido demasiado real que no consigue entender y transmitir con su presencia la seguridad y el refugio necesario para poder seguir adelante.La inocencia de una mirada que seduce hasta a los más veteranos del mundo de la farándula, confundida en innumerables ocasiones como la pobreza de un alma por aquellos que no han sido capaces de entender que la alegría y la sencillez no están reñidos con un carácter despierto, ingenioso y curioso por todo lo nuevo que la sociedad le ponga a sus pies.  Cómo sería posible pensar o trabajar o incluso vivir una vida despegada de una personalidad tan extravagante que te hace caer sumiso para devolverte al mundo real como el hombre más feliz del mundo.
Silvia

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