lunes, 23 de febrero de 2015

Tormenta de espadas parte 1 de George R. R. Martin. (A storm of swords, 2000)


Y la guerra continua. Múltiples reyes con una única pretensión. Sentarse en el trono del dragón. El trono fundido con espadas y armas que tanto ambicionan todos los que un día se arrodillaron ante él. Reyes vencidos han visto arder su flota al dejar de lado el poder de su nuevo dios. Amigos que hablan la verdad encerrados como enemigos, apartados de su misión por no poder mentir ante una amenaza real contra su vida. Reyes en el norte, traicionados por su propia sangre, reyes que a su vez traicionan alianzas a cambio de un corazón ardiente y una mirada dulce. Reyes adolescentes, caprichosos, arbitrarios, dominados por una familia soberbia y altanera que no aprecia a los de su propia estirpe. Hábiles en el juego, despiadados en el campo de batalla y sombríos bajo su propio techo a la espera del futuro de su estirpe cautivo de una mujer vestida de hombre que antepone la lealtad a su propia vida. Miembros cortados que no volverán a coger una espada como pago por una lengua demasiado afilada. Mientras tanto tres niños fugitivos buscan el camino a casa en un bosque oscuro y hostil plagados de alimañas y hombres todavía más peligrosos dispuestos a venderse al mejor postor y a los que la palabra honor les hace tan sólo sonreír. Perros que ladran encadenados, que descubren los secretos y que arruinan la continuidad de una misión importante para el futuro.  Pero el futuro es incierto y los ojos del lobo que busca el sendero lo sabe bien. No es necesario tener piernas ya para poder escrutar los recovecos entre los árboles. No es ya necesario ya sufrir el destierro cuándo se posee un don precioso que habrá que aprender a controlar. Otro lobo, más allá del muro, mientras tanto se debate entre los dictados de su cabeza y su corazón, su legado y sus responsabilidades tan arraigadas en su interior que nada en este nuevo invierno conseguirá enterrar bajo una pesada capa de fría nieve. Más allá del mar otro rey se acerca, el último dragón olvidado por todos pero que no olvida ni perdona. Un dragón podrá comprar cualquier ejército de esclavos para una reina justa que no acepta ningún tipo de sumisión cruel y miserable. Un dragón que no abandonará a su madre desde el momento en que el dulce sonido de su voz desatará el infierno en el peor lugar del mundo dónde los hombres no son más que basura en las manos de un señor cobarde y ávido que conocerá en su propia carne la furia que se desatará sobre todos los miserables de este mundo.
Silvia

No hay comentarios:

Publicar un comentario