jueves, 21 de enero de 2016

Big bad wolves de Aharon Keshales y Navot Papushado. (2013)


Una padre que ha perdido a su hija a manos de un pedófilo, un policía obsesionado con atrapar al pedófilo. Un profesor acusado por todos de ser un pedófilo. Un padre que secuestra al pedófilo y lo encierra en el sótano de su nueva casa para torturarlo hasta que confiese dónde ha enterrado la cabeza de su hijita. El policía los descubre pero acaba por caer en la lógica de la víctima que consigue sembrar la duda. El padre decidido a hacerle hablar no se detiene ante nada, hasta que su propio padre ya retirado del servicio militar le ayuda a torturar al malvado hombre que secuestra y mata a niñas. Aunque el policía consiga huir, una duda que albergaba en su interior será demasiado débil para que evite que responda a la llamada que acabará con su vida, una terrorífica llamada que anuncia que ahora le ha tocado su turno, que ahora será el hombre que llorará la pérdida. Una película sádica y brutal, dónde un padre se toma la venganza por su cuenta consiguiendo convencernos de que es un loco psicópata que tortura a un pobre hombrecillo con gafas que nada tiene que ver con su tragedia. Un genial juego de ajedrez, atrevida, intrigante hasta el final. 
Silvia

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