Como
estropear una gran película y no morir en el intento. Y el autor de tal oprobio
no es otro que Spike lee. Pero como se le ha ocurrido. Pero la gran pregunta no
es esa. Los directores norteamericanos deberían preguntarse antes de rodar una
película si realmente son necesarios tantos remakes de grandes obras del cine.
En este caso, y una vez más, han fracasado. No deberían mimar tanto a su publico
introduciendo este tipo de género a través de sus propios ojos condicionados
por una cultura acabada que ya no sabe dónde poner los pies. Promocionemos las
culturas extranjeras en nuestros propios países, así por lo menos no
presentaremos productos tan deplorables como este en cuestión.
Silvia
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