Un chico tiene la extraña costumbre de introducirse en casa
de otras personas cuándo los propietarios están ausentes. En las casas no se
dedica a robar ni a destrozar sino que toma posesión de ellas
usando todas las cosas y haciéndolas suyas, como los cepillos de dientes,
toallas, vestidos. En las casas de hace fotografías de él mismo posando en
todos los rincones, hace la colada casi como si fuesen rituales. En una de las
casas en las que entra se encuentra con una mujer maltratada por un marido
violento y cuándo este vuelve a casa el chico le lanza pelotas de golf con el
Hierro 3 que da título a esta película. Tras encontrar a un anciano muerto en
su casa y darle sepultura, son denunciados por el hijo del difunto, el chico es
encarcelado y la chica devuelta a su marido. Mientras esperan poder volver a
reunirse su vida transcurre en escenas paralelas, mientras él es maltratado en
la cárcel y practica técnicas para volverse imperceptible, ella continúa con
los rituales, visita las casas en las que han estado juntos, hace la
colada…Cuándo por fin se reúnen podrán volver a vivir tranquilos delante del
marido sin que este se de cuenta. Un rasgo particular de esta película es que
los dos protagonistas no hablan en ningún momento, solo una frase al final que
se convierte en la más importante de la película. La banda sonora sustituye los
diálogos, así como las miradas intensas que ya dicen todo. Aunque se trate de
una historia de amor caracterizada por la tranquilidad de los protagonistas,
estos están constantemente rodeados de violencia, por parte del marido, la
policía y al final está se transmite también a ellos que acaban desarrollando
también comportamientos violentos.
Silvia
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