La
vida conyugal vista desde dos puntos de vista muy diferentes. Un matrimonio
marroquí que ha unido a dos personas de clase social muy diferente. Él, un
famoso y aclamado pintor en el mundo entero, ella, una mujer de orígenes
humildes. Dos formas de ver el mundo, dos formas de vivir totalmente
distanciadas, un abismo separa dos mentalidades de forma irreconciliable, un
matrimonio abocado al fracaso desde el primer día tras la ceremonia nupcial.
Este libro consta de dos partes, en la primera conoceremos las impresiones del
marido, el pintor, sus vivencias personales relacionadas siempre con un matrimonio
que no le ha dado ningún tipo de felicidad a parte de dos hijos. Salpicada con vivencias
extramatrimoniales en busca de sentimientos hondos que le arranquen del
infierno de un matrimonio maldito. El pintor busca en su recorrido vital las raíces
de este malestar moral que le han causado una terrible apoplejía que le han
confinado a una silla de ruedas y a la crueldad de no poder tocar nunca más un
pincel. Desde este estado recuerda sus más íntimos momentos personales con
angustia y tesón. En la segunda parte, la voz de su mujer nos relata los momentos
más importantes y duros de su vida, la infelicidad como tema principal, la frustración,
el machismo de un matrimonio convencional y utilitarista en una sociedad que protege
y ampara cualquier acción por mezquina que sea del hombre de la casa. La sensación
de vacío, de horror que provoca este relato nos aleja de la idea platónica de
una relación idílica hollywoodiana, la realidad de la vida de casados, con
todas sus virtudes y todos sus defectos dominados por un concepto fijo como es
la frustración de la autosatisfacción personal por parte de unos seres que se
han convencido gracias a siglos de tradición y mentiras que la vida solo se
completa con la unión a otro ser, aplastando los instintos y la naturaleza bajo
el peso granítico de la voluntad de una sociedad decadente e hipócrita.
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