Un
tren, dos clases. Un tren en perpetuo movimiento para evitar la muerte de todos
sus componentes. Una máquina que atraviesa a toda velocidad una vía que recorre
el mundo sin final desafiando a la
nueva era de la glaciación que se ha cernido sobre la tierra matando a todos
sus habitantes. Sólo los pocos elegidos que han conseguido subirse al tren han sobrevivido,
pero entre el vagón de la mera supervivencia al vagón del lujo hay todo un laberinto
que unos pocos ansían recorrer. Este es el sueño de los habitantes del vagón de
cola, hambrientos, harapientos, controlados y amenazados por una guardia armada
que no les otorga la libertad para descubrir el resto del vagón, hacinados como
animales sueñan con la revolución y ese tiempo se ha presentado. Una revuelta,
una rápida acción de ataque consigue que unos pocos, los mejores consigan
adentrarse en los vagones siguientes, en una contrarreloj por llegar al vagón
de cabeza, para descubrir y conocer finalmente quien es ese hombre portentoso
que ha puesto en marcha este maldito tren. Los cazadores serán acosados, se
convertirán en víctimas de su propia elección, decidir luchar por la libertad y
el conocimiento en un mundo en extinción se convertirán en su peor pesadilla,
en el funeral de los más arriesgados sentimientos que todavía podrían albergar
sus maltrechos corazones. Un recorrido en fases sustituido por los diversos
ambientes de un tren que representa el mundo en etapas, un lujo cegador
incomparable con el mundo perdido, drogas que ayudarán a abrir puertas a mundos
y submundos cada vez más complicados y falsos induciendo poco a poco la duda en
la certeza de un líder que sacrificará cualquier vida para satisfacer la misión
del grupo. Una carrera hacia lo desconocido, hacia un final incierto cuándo ya
nada existe alrededor de un pedazo de hierro que ya sólo alberga codicia y
sumisión. Solo una explosión podrá acabar con esta fantasía de una especie
acabada y que se resiste a extinguirse pasivamente buscando en el final el
inicio de la mano de los dos nuevos Adán y Eva.
Silvia
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