Aunque
se base en una obra de Shakespeare, esta adaptación de Coriolano no está muy lejos
de nuestra actualidad política. Un líder brutal que tras haber vencido al
enemigo vuelve a casa convertido en un dictador. Tras perder la confianza del
pueblo es condenado al exilio y decide aliarse con su enemigo para combatir contra
su ingrato pueblo. La semejanza con nuestra política llena de malos perdedores,
vendidos, gente a la que el poder se le sube a la cabeza es más que evidente.
La venganza de un hombre que no comprende cuáles son los límites del poder,
convertido en un monstruo reniega de los valores inculcados desde su infancia
para desatar toda su cólera contra un pueblo al que considera traidor y
mezquino. Sin embargo la fuerza de su consciencia encarnada por su madre y su
mujer no dudará en pedirle de rodillas que renuncie a tales propósitos y que se
entregue para que la justicia sea hecha. Una obra llena de fuerza con una
interpretación arrolladora que da vida a la actualización de una obra maestra.
Solo para buenos entendedores.
Silvia
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