miércoles, 1 de octubre de 2014

¡Rompe Ralph! de Rich Moore. (Wreck-it Ralph, 2012)


Qué vida tan dura tienen los malos de los videojuegos. Rompe Ralph ha probado con todo incluso con la terapia pero no es capaz de superar el hecho de que siempre es él el malo de la película, bueno, del videojuego en este caso. Nadie lo invita a fiestas, nadie le ofrece un trozo de tarta y por eso decide probar suerte en otros videojuegos, a ver si así consigue una medalla que le haga cambiar de imagen ante los demás. En primer videojuego en el que decide participar tendrá que matar unos bichos un poco asquerosos y estará a las órdenes de una hermosa pero enfadada comandante. Sin saber muy bien cómo conseguirá la medalla pero acabará rebotando en otro juego lleno de caramelos y niñas cursis. Al llegar a este mundo se ha traído un polizonte del otro en el que mataba bichos.  En este juego una molesta niña llamada Vanellope se reirá de él hasta que ambos encontrarán puntos en común que, como suele suceder muy a menudo, con el tiempo podrían convertirse en amistad y afecto. Ambos encontrarán en el otro el complemento necesario para cambiar una vida que no les gusta nada aunque para ello tenga que pelearse entre sí y todo para que al final descubran que en realidad no es necesario irse muy lejos para ser querido, como ya sabemos, la felicidad  comienza en nosotros mismos, o eso es lo que se suele decir. Divertida y entusiasmante película de animación con moraleja incluida para que no descuidemos esa moral tan atacada y mancillada por nuestra corrupta sociedad actual. 
Silvia

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