Una nueva biografía de El Gran Timonel. Una versión fresca,
distinta y fundamentalmente desligada del control del gobierno. La historia de
un gran hombre, que salió de la nada y pasó a dirigir la población más numerosa
del mundo. Un hombre que supo dirigir la mentalidad de todas las generaciones
presentes y futuras por medio de la manipulación, la propaganda y el terror. La
persona más importante de la historia de China, todavía venerado e inolvidable,
presente todavía en el desarrollo de la sociedad desde su mausoleo de la plaza
Tiananmen, la más grande del mundo, la más espaciosa pero también la más vacía
de cultura. Una cultura que podría poner la piel de gallina a cualquier otra
civilización, con más de 3000 años de antigüedad y que corrió el peligro de desaparecer
bajo el pie más pesado del mundo, el único, de todos los regimenes que barrió
toda la cultura y el patrimonio, sin perdón, sin piedad, sin dilación, con una
brutalidad incomparable en la historia de la humanidad. Un pueblo mermado por
la crueldad visionaria de un líder imbatible, con los brazos abiertos hacía sus
hermanos que morían de hambre bajo su atenta e impasible mirada y su ambición
de convertirse en el jefe del mundo sobre las tumbas de hombres, mujeres y
niños que lo alababan en su lecho de muerte. Ni siquiera su larga mano estrechó
la de su familia, nada ni nadie podría detener a este presidente de la nueva República
popular que jugo en el tablero de los personajes más fuertes e importantes de la historia política
contemporánea. En su sueño de convertir a China en una superpotencia, que
alzara su nombre al Olimpo de los dioses terrenales, forzó la maquinaria humana
de un enorme país, como si de un tanque se tratase, que pasa por encima de la
debilidad de una sociedad que no puede más que acoger impasible y
resignadamente el designio que una nueva historia descarnada y artificial que
aplasta todo bajo la cadena de una nueva esclavitud.
Silvia
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