Una ambientación futurista para
un filme que parla del ahora, del presente de un joven genio de los negocios y
famoso mundialmente por su fortuna se adentra por las sendas del capitalismo
brutal en el interior de su limousina, un apartamento, oficina rodante que se
pasea por Manhattan mientras la ciudad se encuentra colapsada por las medidas
de seguridad para proteger la visita del Presidente mientras que sus
antagonistas, los manifestantes usarán las ratas para expresar ese malestar que
hasta entonces había latido bajo la piel de la ciudad y que por fin ha
explotado en acciones violentas y carentes de sentido contra todo y contra todos.
Largos diálogos densos de significados existencialistas que nos explican el
porqué de la actualidad mediante metáforas y ejemplos no muy claros de la
perversión del sistema, incluso el sexo se vive sin dulzuras ni medias palabras
explotándonos en la cara con toda la vulgaridad de la carne arrojada a un
ejercicio sin contemplaciones, el instrumentalismo de cada situación, de cada
acción, la planificación y el uso y el abuso del poder y el dinero con el mínimo
de acción pero con total precisión con final alegórico y carente de
significado.
Silvia
No hay comentarios:
Publicar un comentario