Arrancado de los brazos de su madre cuándo tan sólo era un
niño y conducido por su padre a un palmeral dónde subsistía la secta de los
Túnicas Blancas, Mani accede desde muy niño a los caminos de la fe. Una fe
personalizada en este grupo alejado de la civilización que le enseña desde muy
pronto que hay algo más que guía nuestros pasos, que nada es aleatorio, que
nuestro destino está en manos de alguien todopoderoso. Estos fueron los inicios
de un gran hombre, que abandonará a su grupo primigenio para dirigirse a lo
desconocido, hacia el polvoriento camino para predicar su propia verdad, un
nuevo mensaje distinto pero igual a los demás, hay algo más, un creador que
todo lo puede y con sus palabras lo que Mani pretender es unir en una única
fraternidad a todos los pueblos del mundo, a todos los soberanos del planeta
pero sobre todo a todas las religiones y así todos unidos, empezar una nueva
era de esperanza, un nuevo futuro de igualdad, justicia y paz y acabar de una
vez por todas con las diferencias espirituales que se encuentran el origen de
tantos conflictos y guerras entre hermanos. La ardua tarea que Mani se ha
impuesto encontrará oídos benévolos entre los reyes de reyes, entre los más
poderosos del planeta que apoyarán, escucharán, protegerán al hombre del futuro
a veces gratuitamente, a veces a cambio de sus consejos y su compañía. Pero
ningún profeta tendrá en este mundo una vida fácil ya que el camino es tortuoso
y la verdad es y será siempre perseguida. Un viaje espiritual e histórico por
Mesopotamia, una versión fidedigna de unos hechos reales tergiversados por los
años y por las manipulaciones de intereses, una explicación razonable del
surgimiento del Maniqueísmo.
Silvia
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