martes, 5 de febrero de 2013

LINCOLN (Steven Spielberg, 2012)


La película se centra en los últimos años de la vida de Abraham Lincoln, cuando éste afrontaba el inicio de su segundo mandato como Presidente de un país dividido por la guerra civil e intentaba ganar la votación de la 13º Enmienda para abolir la esclavitud.
Desde hace años que Steven Spielberg viene estando muy ñoño y sensiblero en sus películas, valga como ejemplos Inteligencia Artificial, Amistad o War Horse. De hecho, si hoy en día rodase Tiburón, el pobre animal sería un alma atormentada, o se transformaría directamente en un Liberad a Willy, el Pececillo Incomprendido.
Además de toda esta sensiblería, resuelve la mayoría de la película con un abuso de primeros planos y planos americanos que hace que esté sobrecargada y sea excesiva en el detalle de los rostros de los personajes, ya que en lugar de servir para destacar un detalle concreto, lo que logran es aburrir al espectador y truncar el buen hacer de un gran Daniel Day Lewis en el papel de Lincoln. Mientras que Daniel se esfuerza en presentar un personaje taciturno y con todo el peso de la presidencia sobre sus cansados hombros, el exceso de planos cortos despista al espectador, pues hace que termine fijando su atención en la sombra de ojos y la perilla postiza que le pusieron para caracterizarlo más que en la actuación en sí. Flaco favor le hace también el exceso de verborrea que tiene en sus diálogos, con larguísimos textos al estilo de los dramas de Shakespeare, contrastando con el laconismo que intenta transmitir Lewis.
Además de Daniel Day Lewis, el resto de los actores también hacen muy buen papel, con una cuidada elección del casting que motiva que incluso se haga corta la intervención de personajes como Thaddeus Stevens, interpretado por Tommy Lee Jones, y Robert Lincoln, el hijo del Presidente efectuado por JosephGordon-Levitt, que vive a la sombra de su padre por lo que se ve abocado a luchar por conseguir el respeto de su familia y de la sociedad contemporánea.
Pero a pesar de los excesos del señor Spielberg en ñoñería, en verborrea y en planos cortos, demuestra que quien tuvo retuvo en un momento genial de la película, en el que comprendemos por qué Spielberg es quien es y por qué cobra lo que cobra: la rendición del general del ejército confederado, Robert E. Lee en Appomattox (9 de abril de 1865) tratado con un sobrecogedor silencio y un contrapicado del militar sobre su caballo, representándolo como una persona que conserva su orgullo y honor intactos a pesar de pertenecer al bando vencido.
Otra de las pegas del film es su duración, ya que se hace excesivamente larga. Debería centrarse más en su tema principal, la votación de la 13º Enmienda, en la que logra mantener el suspense a pesar de que podemos conocer el final con sólo consultar un libro de historia, sin embargo alarga el metraje con aspectos de la vida privada de Abraham Lincoln y prolonga la película para presentar su muerte (el 15 de abril de 1865), quizá buscando la humanización de la figura pública del decimosexto Presidente de los Estados Unidos de América.
Irene


Un biopic norteamericano hecho para norteamericanos. Esta compleja figura que representa el máximo poder en los EEUU es retratada desde una óptica nacional y nacionalista. Un hombre sencillo pero de gran entereza ensalzado por el director como una figura clave de la historia de su pís, un hombre que con su perseverancia y su tesón cambió el curso de los acontecimientos abriendo las puertas a un mundo más justo en el país más injusto. Para ello ni él ni sus partidarios temieron ensuciarse las manos corrompiendo los votos necesarios que tan trabajosamente fueron conseguidos para la firma de la famosa Decimotercera Enmienda que sacó de las sombras de la verguenza a la actual potencia mundial. Una carrera contra reloj, es tiempo se agota y los votos son escasos y para ello cualquier medio sera utilizado y aceptado.
Daniel day Lewis encarna a la perfección al decimosexto presidente de los EEUU. En cuánto al aspecto físico su figura larga y encorvada, esa barba y esa mirada intensa con la que quiebra cualquier resistencia nos convencerá de la validez de su personaje. La falta de emociones fuertes es un componente esencial del personaje que modera con sus nervios de acero cualquier situación que pueda acabar en un altercado. En le plano personal consigue apaciguar a una mujer desesperada por el recuerdo de su hijo muerto. Padre presente participa activamente en la educación y cuidado de sus hijos dando ejemplo con sus multiples facetas a toda la nación. Un ritmo pausado plagado de discursos y casi monólogos configuran una pelicula pesada y lenta que explica un momento histórico decisivo desde el punto de vista de un director que admira al personaje. Una historia difícil de seguir sin un espeso background de historia norteamericana. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario