martes, 2 de julio de 2013

Pollo con ciruelas de Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud (Poulet aux prunes, 2011)



Para Nasser Ali no hay segundas oportunidades. Su gran compañero, su fiel amigo, su violín ha sido destruido y por más que se empeñe en buscar un sustituto, jamás volverá a escuchar el perfecto sonido que provenía de sus cuerdas y por esto decide morir. Una fábula dividida en ocho días, los últimos de la vida de Nasser Alí que postrado en una cama espera la tan deseada muerte. Un recorrido por los secretos que encierra el alma de un hombre atormentado por diversos acontecimientos arrastrados por el tiempo y que se clavaron en su corazón llevándolo a buscar refugio en la música. Virtuoso en exceso, su violín será el único que conocerá su verdadero ser, su pasado y pegado a su oreja le aportará un poco de consuelo en una vida equivocada, que ha tomado el rumbo contrario al que Nasser Alí quería, necesitaba, la única presencia que colmaba su corazón alejada definitivamente de sus brazos y sustituida casi brutalmente por el arco y el violín. Si le arrebatan también este único salvavidas, el único puente tendido hacia el mundo real, todo se ha acabado y así la muerte se convertirá en su única amiga. Un viaje hacia lo más profundo de la personalidad y vida de un hombre a través de un cuento lento y cruel, enrevesado y lleno de sentido, basado en el cómic  homónimo y desplazado a la gran pantalla no renunciará sin embargo a las características más hermosas del género.
Silvia

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