La
breve interpretación de Kitano resultara estremecedora. El célebre actor japonés
dará vida al profesor que explicará el juego a los muchachos casi secuestrados
y elegidos para participar en el juego. Sólo puede quedar uno y para ello deberán
matarse los unos a los otros. La película convertida en un cult recoge
perfectamente y con todos sus detalles la historia de la novela homónima. Pocas
licencias se concede el director, ni siquiera en el diseño del escenario en el que
se desarrolla la película habrá demasiados cambios logrando reflejar a la perfección
todos y cada uno de los personajes presentes en el libro. Sólo el final será un
poco diferente sin restarle interés a la historia, ligeramente modificado para
concluir con cierre realmente impactante. Mezclando la realidad con una ficción
que no lo es tanto, viviremos momentos de angustia difícilmente aceptables en
una sociedad que, teóricamente, convive en paz. La mera posibilidad que se nos
presenta en la que cualquier persona puede convertirse en un asesino en tan sólo
unos segundos estremecerá los cimientos de una sociedad basada en la mentira y
la hipocresía, escondida tras unas cuántas reglas que protegen a los demás de
nuestras inclinaciones animales.
Silvia
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