Un
dedo cortado que acaba en la bolsa del cartero Sawaki. El dedo pertenece a su
amigo Noguchi convertido en un Yakuza hace ya tiempo sin que él lo supiese. Es
un momento duro para el cartero, su vida no tiene rumbo y la rutina de su trabajo
está acabando con él, pero por culpa de su reencuentro con Noguchi todo va a
cambiar. Mientras que la policía lo vigila y lo sigue, Sawaki se encierra en una
habitación con las cartas que no ha entregado, para abrirlas y leerlas. Acabará
dando con la carta de suicidio de una joven a la que llegará a conocer y de la
que se enamorará aunque nada podrá hacer por ella. Una enrevesada historia
bastante anecdótica con un joven cartero bastante soso que no consigue
transmitir la soledad que pretende. Una buena obra de Tanaka alias Sabu pero sin alcanzar
la calidad a la que nos tiene acostumbrados.
Silvia
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