Cuentos
de Tokio o la historia de las relaciones familiares y de cómo los hijos se alejan
de sus padres para fundar y cuidar de su propia familia. Un viaje de dos ancianos
para visitar a sus hijos en Tokio será la clave de una trama que despertará
sentimientos de nostalgia y tristeza para enfrentarnos a una de las verdades de
la vida, el egoísmo filial. Un egoísmo natural que nos obliga a apartarnos de
nuestras raíces y a olvidar el pasado para concentrarnos en un presente que
consideramos más importante o tal vez más satisfactorio sin pararnos a meditar
sobre el momento y lugar en el que empezó todo. Ozu nos devuelve al Japón
tradicional con unas costumbres y relaciones humanas que al fin y al cabo
difieren solo en la forma. Ahondando en los sentimientos que se despiertan en
la edad madura o quizás también en unos sentimientos que se marchitan y
desaparecen cuando nos camuflamos en un mundo del que no queríamos participar
de niños, nos damos cuenta que el mundo es un pañuelo en todos sus aspectos.
Por encima de la apariencia, la raza, el color o el sexo, los gustos, el idioma
o cualquier otra cosa que pensemos que nos convierte en distintos y especiales,
nos daremos cuenta de que en realidad somos sólo una especie animal que se considera
racional.
Silvia
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