Un
lugar como este, en un Japón remoto y tradicional, Sumika no podría encontrar
nada bueno y convencida de ello se ha marchado ya mucho tiempo atrás a Tokio
para emprender su gran carrera de actriz. El único motivo por el que vuelve y por
un breve espacio de tiempo es para asistir al funeral de sus padres que han
muerto de forma trágica. Su hermano, que es el que tendrá que mandarle dinero
de ahora en adelante se ha casado con una tímida y dulce huérfana a la que no
hace ni caso. Su hermana pequeña Kiyomi culpable de un pecado que destrozó a su
familia y como reflejo también de sus acciones sigue encerrada en sí misma
leyendo sus mangas y dibujando historias basadas en sus propias observaciones.
Sumika no ha cambiado en absoluto, el paso del tiempo no ha obrado ningún
milagro en su persona, sigue siendo egocéntrica, estúpida y egoísta. Solo le
interesan sus propias ambiciones y para ello no dudará en seguir aprovechándose
de su diezmada familia. Sus hermanos preocupados por ella siguen comportándose
como sus fieles servidores pero ya es hora de que cada uno descubra el mundo y
se desate de las estrechas ligaduras que Sumika ha tejido entorno a sus cuellos.
Se podría decir que esta película se basa en un manga aunque en realidad no sea
así. Ese género tan presente en la cultura contemporánea japonesa se ha colado
en casi todas las manifestaciones artísticas del país impregnando la vida cotidiana
con su particular forma de retratar el mundo. En esta película un pequeño detalle
que al final acaba convirtiéndose en le punto central de la trama, el
desencadenante de un futuro que observamos en el presente, se hará eco de esta
nueva forma de arte asumiéndolo como propio y utilizando las técnicas más
características para ofrecer un espectáculo distinto y joven.
Silvia
No hay comentarios:
Publicar un comentario