Un
encuentro casual. Una mujer deprimida, un marido que acaba de salir de la cárcel
condenado por fraude fiscal. Un médico que encuentra a una mujer que acaba de
intentar suicidarse. Un fármaco recetado y un poco de indulgencia por parte de un
psiquiatra que tiene ante sí a una joven frágil y hermosa. Un marido muerto por
culpa de los efectos secundarios de un fármaco nuevo. La somnolencia que crea
ha bastado para que un cuchillo acabe con la vida de un joven confiado que
intentaba volver a dar un rumbo a su vida. Todo indica que la tragedia ha
sido provocada por la incompetencia de un psiquiatra con algún antecedente
similar y demasiado joven para valorar bien las situaciones, pero a cualquier médico
le podría haber pasado lo mismo. Emily deberá ser tratada en su sanatorio
psiquiátrico pero todo volverá a la normalidad muy pronto ya que no puede ser
acusada de un crimen fortuito del que apenas recuerda nada. Pero otra cosa muy
distinta es el futuro del doctor Banks, su mujer ya no confía en él y su
carrera de ha venido abajo por culpa del incidente. Pero el doctor Banks empieza
a sospechar que las cosas han ido de otra forma, que la joven Emily no es tan
inocente como parece y sus sospechas se extenderán hasta la doctora Siebert,
su anterior psiquiatra, demasiado confiada y demasiado segura de sus consejos.
Una película de suspense al puro estilo Soderbergh, en la que nada es lo que parece
y todo puede cambiar en cuestión de segundos. Buena trama, bien tratada y de fácil
visionado aunque poco memorable.
Silvia
No hay comentarios:
Publicar un comentario