lunes, 17 de junio de 2013

Seventeen years de Zhang Yuan. (过年回家, 1999)


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Cinco yuanes destruirán a esta familia. Unos padres con una hija cada uno de un matrimonio anterior y casados en segundas nupcias verán como su estabilidad se arruina por cinco miserables yuanes. Una terrible tragedia golpeará a estas cuatro personas que verán como su hija Tao Lan será arrestada y condenada a 18 años de cárcel.  Una muchacha alegre y brillante con un gran futuro por delante será recluida en la prisión de mujeres. El tiempo pasa y Tao Lan ha encontrado en la cárcel un microcosmos en el que purgar sus culpas y mediante el orden y la disciplina de la institución consigue dar un sentido a la monotonía cotidiana. Como prisionera modelo recibirá su recompensa y podrá absentarse durante 24 horas para poder celebrar el año nuevo chino junto a su familia. Han pasado 17 años desde su ingreso en prisión y nadie la espera para recibirla y llevarla a casa. Una joven policía que ha conseguido también el día libre para pasarlo con su familia, la acogerá bajo su brazo, decidida a cumplir lo que el Estado tan generosamente le ha otorgado, un día en el mundo. Tras tantos años encerrada, Tao Lan no sabe lo que hacer una vez en el exterior, todo ha cambiado tanto, que incluso su hutong ha sido demolido para dar paso a la modernidad. La decidida policía, consigue, sin embargo encontrar la nueva dirección de sus padres y se encamina con paso firme hasta la puerta de ingreso a una realidad que Tao Lan teme, incapaz de enfrentarse a un pasado lejano pero tan presente todavía. La mano llama a la puerta y una anciana pareja que esperaba en vano no volver a ver a su hija, se encuentra ante sus ojos a una aterrada joven incapaz de saber como debe comportarse y consciente de su culpa pero que no encuentra las palabras para pedir perdón a un padre que desearía verla muerta y a una madre que en lo más profundo de su corazón contaba los días que pasaban sin ver a su hija. Los recuerdos afloran y el dolor cae encima de ellos como la lápida que ha encerrado bajo su peso un delito cometido casi dos décadas atrás. Las nuevas circunstancias ayudarán en cierto modo a sobreponerse a la fatalidad de la muerte y un destino que había sido planificado deberá rehacerse en virtud de un encuentro inesperado que modificará las tornas y reescribirá la esencia del momento.
Silvia

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