jueves, 29 de agosto de 2013

Salvajes de Oliver Stone. (Savages, 2012)


Dos jóvenes de intereses diversos y proveniencias distintas llevan un lucrativo negocio de producción de marihuana, la mejor de California. Dos amigos íntimos que comparten todo, incluso a su novia llaman la atención de un cártel mexicano cuya jefa, Elena está dispuesta a quitarles el negocio como sea. Ellos intentarán ceder pero a Elena no le basta, necesita de sus conocimientos botánicos para seguir produciendo la mejor hierba de la costa oeste. Así, para chantajearles, secuestra a su novia, O, se la lleva a su casa sometiéndola a violencias que ella a penas soporta hasta que Elena enternecida comienza a ofrecerle una estancia más digna. Mientras tanto, los dos novios trazan un plan para recuperar a O. En primer lugar ofrecerán un dinero por ella que no poseen y obteniéndolo con medios violentos pasan al segundo plan: secuestrar a su vez a la hija de Elena para poder intercambiar a las dos rehenes. Entre amigos y traidores por los dos bandos se teje esta maraña de situaciones absurdas, profundamente aburridas a pesar de todo el empeño de Stone por rodar una película de acción. Los personajes son banales y poco creíbles, ni siquiera Benicio del Toro, con su esplendida interpretación consigue darle un poco de sal a este cuento tan mal pensado y peor llevado a la pantalla. 
Silvia

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