martes, 26 de noviembre de 2013

El desquite de Yáñez de Emilio Salgari. (La rivincita di Yañez, 1913)


Sandokan acude en ayuda de su fiel amigo Yáñez que se ha refugiado en una cloaca asediado por su eterno enemigo y usurpador del trono de su mujer Surama. La ausencia de víveres hará sí que Yáñez y Kammamuri salgan al exterior para verificar la posibilidad de encontrar alimento, Sin embargo son atacados nuevamente y Sandokan responde prontamente a la llamada de auxilio. Se refugian en una colina junto a sus hombres y un extraño científico que afirma poseer un cultivo de bacterias que, usándolas en modo apropiado, conseguirán infectar y decimar las tropas de Sindhia. Mientras tanto, Kammamuri y el Rajaputo son enviados para observar el terreno y ver en que posición se encuentran las tropas venidas de la montaña para ayudar a Surama, la Rhani, unos hombres que conservan su fidelidad hacia la verdadera heredera del trono. A mitad camino, los acontecimientos se tuercen. Los dos hombres descubren que están siendo perseguidos por los sicarios de Sindhia que aunque sean enemigos verdaderamente temibles, no lo son menos los peligros que esconde la selva y a los que tendrán que enfrentarse también. Y así inicia un viaje de lo más insospechado acechados por hombres, rinocerontes, leopardos. Conseguirán llegar a un viejo y abandonado monasterio ocupado por un anciano gurú que les ayudará a escapar y a refugiarse y les mostrará un camino peligroso pero que les salvará la vida hasta que los refuerzos puedan alcanzarlos. Ültima entrega de las aventuras de Sandokan, Yáñez y los Tigres de Mompracem en la que literalmente no dejarán a ningún hombre o animal con la cabeza sobre los hombres, destruyendo y aniquilando flora y fauna con tal de divertirse y rescatar cosas que para ellos en realidad no significan nada.
Silvia

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