sábado, 23 de noviembre de 2013

El truco final de Christopher Nolan. (The prestige, 2006)


 
Dos magos, dos amigos que trabajan juntos en el Londres de finales del siglo XIX. La mejor época para los magos, un público ávido de nuevos espectáculos y curioso ante los nuevos descubrimientos está hambriento por ver, por presenciar nuevos trucos que alimenten su sorpresa. El mejor escenario para dos hombres que aman su profesión y que viven sólo y para la magia. Su interés se traduce en una mezcla de obsesión y de pasión, ambos dotados con una características diferentes y juntos complementándose perfectamente sobre el escenario. Robert Angiers, el mago refinado que sabe vender su producto, darle una forma atractiva para enloquecer y fascinar a ese público que con sus aplausos le da savia a su vida. Alfred Borden, más rudo que su compañero pero de una inventiva desbordante, talento que sobrepasa cualquier límite y siempre estudiando, analizando, creando esa fantasía que los aficionados llamamos magia. Un truco, el mejor, su producto estrella falla por culpa del factor humano, de la soberbia y el riesgo puesto en escena el peor día para ello. Una muerte accidental echa al traste las esperanzas del futuro estrellato y destruye, aniquila una amistad tan profunda como sincera que se transforma así en el odio y la competición más exacerbada que la ley de naturaleza haya podido concebir. El dúo se divide para siempre pero esa separación es sólo ilusoria, como sus trucos. Sus caminos se entrecruzan, una y otra vez sin que el destino tenga nada que ver en estos encuentros. El rencor es el  único artífice, el único protagonista en la historia de dos hombres que abocados a la caída final lucharán para conseguir el mejor truco pero sobre todo para ridiculizar a su antiguo compañero. La carrera hacia la perdición se desboca, el control desaparece y los comportamientos más absurdos toman el relevo condicionando toda la vida de los magos, de sus familias, de sus relaciones. Nada tiene ya importancia y todos ellos podrán disponer sólo de una media existencia sin llegar a poseer nada completamente. La ambición conducida hacia el absurdo que anula el límite entre la vida y la muerte.
Silvia

No hay comentarios:

Publicar un comentario