viernes, 24 de enero de 2014

Amor de Michael Haneke. (Amour, 2012)


Amor se llama esta película que realmente ofrece un retrato fidedigno del verdadero significado de ese sustantivo. El amor de dos personas que no depende ni de las riquezas, ni de las posición social, ni del aspecto físico, ni de lo que más conviene. El verdadero amor que sobrepasa todas las banalidades que nos hemos construido en este mundo falso lleno de espejismos que hemos llegado a considerar como la realidad. El amor en los últimos años de vida, en la enfermedad, la incomprensión, un amor vivo y real, perseverante, que no abandona ante la visión de un cuerpo que ya no posee mente, que ya no es capaz de hacer nada por si sólo. Un amor que resiste a la pesadilla de ver un cuerpo consumido y postrado en un lecho porque en ese cuerpo ya no queda nada de la persona que nos ha acompañado durante toda la vida. Una verdadera prueba de veracidad y no el momento fugaz que empaña nuestras vidas con recuerdos amargos y dolorosos que quitan el aliento cuánto la imagen acude a nuestra mente. El amor que te lleva a actos desesperados para intentar mantener la dignidad intacta de la persona que ha dormido a tu lado durante toda la vida. Y esta realidad transparente, clara, sin adornos ni trucos, sin trampa ni cartón, es lo que Haneke nos ofrece en esta su gran obra.
Silvia

No hay comentarios:

Publicar un comentario